Una herramienta esencial en los trastornos de alimentación
Estrés y TCA
La alimentación consciente consiste en aprender a comer conscientemente, disfrutando de cada bocado y prestando atención a las señales de hambre y saciedad.
Pero también implica un gran trabajo psicológico, ya que la alimentación está estrechamente relacionada con nuestra personalidad y nuestra historia vital.
El área geográfica donde vives, la cultura, la sociedad, la estética, la familia …están presentes en tu dieta. Todo esto, se traduce en una información que recibimos a través de ideas, costumbres, refranes, juicios, normas, leyes… que, en muchos casos, se convertirán en creencias.
![Psicóloga Alimentación Alicante](https://psicologiareal.es/wp-content/uploads/2024/09/Psicologa-Alimentacion-Alicante.jpg)
Cuando esas creencias se crean en la infancia, pasan a formar parte de tu personalidad, y por lo tanto, guiarán tu comportamiento en temas tan variados como las relaciones sociales, laborales o las relaciones con la comida.
Por eso, la alimentación consciente necesita contar con herramientas psicológicas como el autoconocimiento, y la actitud de responsabilidad hacia nosotros mismos.
Cambiar la forma de alimentarte, y elegir alimentos que le aporten a tu cuerpo todo lo que necesita para estar sano, no es algo que pueda conseguirse con una dieta. Se trata de un estilo de vida.
Desde la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) señalan algunas recomendaciones para poder llevar una alimentación sana, evitando formas de alimentación asociadas a la ansiedad:
– Escoger alimentos sanos y cuidar la forma de cocinarlos, dedicar un tiempo a comer y hacerlo acompañado, sin abusar del alcohol.
– Comer de forma consciente, atendiendo a los sabores, texturas, y aromas, y aprender a diferenciar cuando el hambre es fisiológica o emocional.
– Garantizar que descansamos lo suficiente.
– Realizar actividad física, por lo menos 30 minutos al día.
– Aprender a gestionar los problemas para no preocuparse demasiado, evitando así el estrés. Acudir a un especialista para aprender técnicas de control de ansiedad y estrés.
– Trabajar en uno mismo, cultivando la autoestima y creando una buena red de apoyo social.
No estamos construyendo una dieta, sino un estilo de vida. Por eso es importante tener en cuenta que el cambio no sucede de un día para otro (no es lineal), y que, para iniciar cualquier cambio, hace falta auto conocimiento y responsabilidad.
Es esencial conocer nuestros patrones de alimentación y su origen psicológico, porque con ese conocimiento, podremos hacernos RESPONSABLES de nosotros mismos y de nuestra alimentación.
![Aprender a comer en Alicante](https://psicologiareal.es/wp-content/uploads/2024/09/Aprender-a-comer-en-Alicante.jpg)
Si estás decidido a emprender ese camino, necesitarás estas herramientas:
- AUTOCONOCIMIENTO:
Se consigue escuchando tus sensaciones corporales para poder prestar atención a las señales de hambre y saciedad, e investigando sobre tus patrones, creencias, hábitos, rutinas y pensamientos asociados a la alimentación. Sólo así podrás diferenciar entre hambre emocional y hambre real.
- ACEPTACIÓN:
La aceptación viene de entender el origen de nuestro comportamiento.
Cuando nuestro comportamiento cobra sentido, al entenderlo en relación con nuestra educación, nuestras creencias y nuestros hábitos, podemos observarlo sin culpas ni reproches, y podemos ser compasivos con nosotros mismos. Podemos empezar el cambio, haciéndonos responsables de nuestra vida.
- COMPASIÓN:
La compasión significa aceptar, sin culpa, que lo experimentado es parte de tu historia, y que no podría ser de otra manera, porque tiene que ver con quién eres.
Pero también significa aceptar que puedes cambiar muchas cosas que te hacen daño, haciéndote responsable de ti mismo. Puedes iniciar un camino de autoconocimiento, que te ayude a detectar los mecanismos que dirigen tu alimentación con una mirada curiosa, en vez de crítica y exigente.
- ESTAR PRESENTE
Estar presente tiene que ver con no ir en automático. Es la base de todo lo anterior, porque es la única forma de poner el “modo consciente” para poder detectar nuestro comportamiento, investigar sobre su origen, y poder tomar nuevas decisiones.
Sólo cuando estamos presentes podemos diferenciar si es la mente la que nos habla (hambre emocional) o es nuestro organismo (hambre fisiológica).