Madre Sabe Más
O las relaciones de poder dentro de la familia
A diferencia de los animales, el papel de la familia para el ser humano va mucho más allá de garantizar la satisfacción de las necesidades básicas para la supervivencia.
La familia es el entorno donde el niño debe desarrollar sus cualidades esenciales como ser humano (sustantividad e identidad personal) y sus capacidades y facultades.
El ser humano alcanza su autonomía (que es la meta de cualquier ser humano sano) cuando dispone de una identidad personal formada, y es capaz de gobernar su propia actividad con libertad respecto al entorno (ha desarrollado una sustantividad propia).
Pero no se trata de una libertad absoluta, ya que el ser humano no es libre de su educación: de sus creencias.
La gran mayoría de nuestras creencias provienen de las experiencias familiares vividas durante la infancia, y determinarán la visión de uno mismo, de los demás y del mundo.
Durante los primeros años de vida, la madre (o la figura formativa) será el espejo donde el niño/a se mire, y la información que reciba de ella pasará a configurar su identidad personal.
A partir de los 8 años aproximadamente, la información recogida de sus interacciones sociales también será de suma importancia para la configuración de esa identidad propia.
Si la familia es el entorno adecuado para formar seres con validez existencial, el lugar idóneo para que ese ser ponga en práctica su capacidad para existir es el mundo. Es decir, el niño/a se forma en la familia y existe en el mundo. Por eso, aislar a un niño/a del entorno social es privarlo de existencia y se llama sobreprotección.
Las operaciones de sobreprotección sobre los hijos pueden ser más o menos conscientes, pueden ser intencionadas o una consecuencia directa de problemas personales de los padres, y pueden tener distintos grados de intensidad en su ejercicio y de gravedad en sus consecuencias. Y lo mismo ocurre con la información que se envía a los hijos sobre su identidad personal.
La película Rapunzel, y en concreto la letra de la canción “Madre sabe más” (Menken y Slater, 2011)i constituyen un excelente ejemplo de la información errónea que una madre, padre o figura formativa puede reflejar hacia su hijo/a, de forma intencionada, para dar lugar a una identidad falseada; y de las maniobras de sobreprotección que puede llevar a cabo para aislarle socialmente.
Como resultado, el niño/a quedará convertido en un apéndice de dicha figura formativa (ente heterónomo), en vez de ser ayudado a configurarse como persona capaz de valerse por sí misma (ente autónomo)
Madre sabe más
¿Quieres salir afuera?
Oh, por favor, Rapunzel Eres una frágil flor, un brote. Todavía un retoño sin hacer
¿Sabes por qué estás en esta torre? (Lo sé, pero) porque aquí estás a salvo.
Cuando un niño/a se mira en el espejo que es la madre, y el reflejo que ésta le devuelve es el de un ser débil e incapaz de valerse por sí mismo, su identidad personal quedará dañada y el niño/a dispondrá de una autoestima débil o inexistente.
Aprenderá que no es capaz de sobrevivir por sus propios medios, y que sólo estará seguro a la sombra de su madre. Como consecuencia, su curiosidad natural será sustituida por miedo o temor.
Siempre supe que el día llegaría
Que pronto tú el nido querrías dejar.
Pero aún no (Pero) shhh
Cree mi amor, madre sabe más.
El niño/a está orientado de forma innata a formar un vínculo temprano con la madre. Es algo natural, porque de ello depende su supervivencia.
Durante su desarrollo, el niño/a pasará por etapas de mayor dependencia de la madre y otras de mayor existencia social e independencia, y su madurez quedará determinada por la conquista final de autonomía propia durante la adolescencia y por la sustitución del vínculo inicial con la madre por una relación “de adulto a adulto”.
La madre sabe que la tendencia natural del hijo/a es querer salir al mundo y relacionarse con sus iguales, y por eso, no es natural es que una madre dificulte la ruptura de dicho vínculo cuando el hijo/a debe empezar a salir al mundo para ganar en autonomía personal.
Madre sabe más, escucha a tu madre
Muy siniestro el mundo es.
Madre sabe más, tarde o temprano algo saldrá mal Lo sé.
Monstruos feos, hiedra venenosa, caníbales también, la peste. (No)
Sí, viudas negras, el hombre del saco.
Qué disgusto me estás dando Madre está aquí,
madre te protege, un consejo te daré
Y la mejor manera de evitar ese despliegue existencial es transmitiéndole la idea de que el mundo es un lugar hostil donde sólo pueden ocurrirle cosas malas.
Además, la madre le adelanta que cualquier intento suyo de existir en el mundo por su propia cuenta acabará en fracaso (puesto que “es un ser débil e incapaz de valerse por sí mismo”)
Evita el drama quien te haga
Madre sabe más.
Vete y que te aplaste un elefante corre y que te asalte algún ladrón.
Solo soy tu madre, ¿qué sabré yo?
Tan solo te arrullé en la cuna
márchate ahora mismo, lo merezco.
Deja morir sola a tu mamá
Y un día verás que
es tarde ya.
Si aun así, la naturaleza real del niño/a le impulsara a probar suerte y “salir al exterior”, este tipo de madre puede llegar a crear escenarios artificiales o de manipular las situaciones de forma maquiavélica para garantizar su fracaso (como ocurre a lo largo de la película).
Y además, tratará de alterar su percepción de la realidad victimizándose a sí misma (“Si te vas es porque no me quieres” “Yo lo he dado todo por ti y tu me lo pagas desobedeciéndome y abandonándome”) y malignizando al hijo/a (“Si no quieres a tu madre es porque eres malo”) El mensaje es claro: “tú eres el verdugo y yo la víctima” “Tú eres malo/a y yo soy buena”, lo que supone una inversión absoluta de la realidad.
El niño/a lo creerá porque está configurado para creer que su madre es buena (busca su bien) y es verdadera (nunca le engañaría). Si llegara a creer lo contrario, su supervivencia estaría en peligro.
Esta es la forma con la que la madre introduce conflictos artificiales dentro del hijo/a, con la intención de que aborte sus iniciativas de desarrollo.
Dentro del hijo/a lucharán dos fuerzas opuestas:
- Su tendencia natural a continuar con su desarrollo en autonomía e independencia y
- La necesidad de mantener el vínculo con su madre para conservarse en un estado de seguridad. Y puesto que el niño/a se considera incapaz de existir con éxito en un mundo hostil y peligroso.
¿Hacia dónde creéis que se inclinará la balanza?
Madre sabe más (ja, ja, ja). Madre sabe más, haz caso a tu mami. Sola no subsistirás… Pobre y sin calzar, inmadura y torpe, viva ellos te comerán. Crédula y feliz, niña descarriada, pato mareado, mmm, ¿no te ves?Y además te sale papada.
Lo digo porque te quiero Madre entiende bien,
madre te protege.
Tan solo te pediré ¿Rapunzel? ¿Si?
Y ahora toca dañar la identidad personal:
Decirle a una niña que es torpe, inmadura, crédula y pobre es decirle que no puede confiar en sus sentidos, en su inteligencia, o en sus propias funciones mentales… y además le sale papada.
¡Ni siquiera es estéticamente adecuada para salir al mundo! Pero si le hace caso a quien le habla… todo irá bien, porque “madre sabe más”
El mensaje es claro:
“No puedes confiar en ti misma, así que sólo puedes confiar en lo que yo te diga, y por eso debes poner tus funciones y capacidades a mi servicio”
“Yo sustituiré a tus funciones de conocimiento; mis creencias sustituirán a las tuyas; mis determinantes guiarán tus acciones”
“no hagas caso a nada que provenga de ti, porque yo te diré como tienes que ser y lo que tienes que hacer”
y “si eres como yo te digo que “debes ser” y haces lo que yo te digo que “debes hacer”, serás bueno” sin embargo, “si no eres como yo te digo que “debes ser” y no haces lo que yo te digo que “debes hacer”, serás malo”
Como en el caso de Rapunzel, en este tipo de relaciones, la madre suele enviar el mensaje final de que “todo lo hace por amor”, y si el hijo/a duda de lo que ella le dice, o tan solo le plantea sus inquietudes o necesidades, le lanzará un aluvión de reproches acusándole de ser una persona mala, desagradecida, insensible…
No vuelvas a pedirme que te saque de esta torre,
¡Nunca!
(Sí, madre)
Te quiero mucho, cariño
(Y yo a ti más.)
Y yo muchísimo más.
Que se meta en tu cabeza.
Madre sabe más.
En estos casos, el niño/a suele recibir estos mensajes de forma sutil y encubierta.
No sólo mediante mensajes verbales, sino también mediante el trato que recibe y las limitaciones que los padres hacen al conjunto de sus actividades en cada estadio de su desarrollo.
Y no es fácil que el niño sea consciente de ello, ya que una figura formativa que busque mantener un vínculo de este tipo con un hijo/a se cuidará bien de ocultar sus verdaderas intenciones.
El hijo sufrirá en su interior el conflicto entre atender a sus necesidades como ser humano y mantener el vínculo con su figura formativa, pero no percibirá que el conflicto ha sido creado artificialmente desde fuera de él, ni la verdadera esencia de la figura formativa.
Y si llegara a percibir alguna de las maniobras de control, su mente la justificaría concluyendo que su madre “lo hace de forma inconsciente, y es por su bien”
Lo que se ha establecido aquí es lo que el psicólogo Carlos J. García ha definido como relaciones de poder ii
En este caso, relaciones de poder de una madre sobre su hijo/a: la madre permite que el hijo/a desarrolle sus capacidades funcionales (que aprenda a pintar, escribir, leer, hacer tareas domésticas, trabajar) para que pueda serle útil, pero a su vez establece un vínculo artificial que sólo puede mantenerse en el tiempo mediante la anulación de sus cualidades esenciales:
el hijo/a carece de sustantividad propia (hace lo que le dice su madre, lo que significa que su actividad no proviene de creencias/determinantes propios) y no dispone de identidad personal verdadera (tiene una visión de sí mismo falsa que afecta negativamente a su autoestima)
¿Qué objetivo podría tener todo esto?
PODER
Por desgracia, vivimos en una sociedad que cada vez da más valor e importancia al poder. En el caso de Rapunzel, la madre obtiene el poder de rejuvenecer y vivir eternamente, lo que podría ser una buena metáfora de los distintos beneficios que se pueden obtener con las relaciones de poder en el seno de la familia:
vivir a través de los hijos, tener compañía y cuidados continuos, obtener poder económico y/o social a través de los hijos, o ejercer poder y control sobre otro ser humano.
[i] MENKEL, A. y SLATER, G. (2011). “Madre sabe más” [Canción]. En Enredados. Walt Disney Music Company, Wonderland Music Company Inc
[ii] Psicólogo CARLOS J. GARCÍA, ha definido como relaciones de poder: La gran aventura del Yo, 2018; Autoría Medinaceli; Soria, 2018