Cada persona es un mundo, cada historia personal es diferente, y por eso, no hay dos procesos iguales.
Lo que sí sabemos es que los cambios intensos de estado de ánimo están estrechamente relacionados con el estado de la identidad personal, es decir, con las creencias que uno tiene sobre sí mismo y sobre su capacidad para funcionar en el mundo.
Las creencias que tenemos sobre nosotros mismos son importantes porque tienen efecto directo sobre la autoestima y sobre los estados de energía y vitalidad de la persona.
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La identidad personal se forma en la infancia y se suele mantener bastante estable a lo largo de la vida. De hecho, lo difícil (aunque no imposible) es modificarla. La identidad personal depende principalmente de lo que una persona es: de su desarrollo como ser humano, de sus capacidades y virtudes.
En estos casos, se empieza a dar demasiada importancia a los juicios de los demás, hasta el punto de que el estado de ánimo pasa a depender del estado en que se encuentren las relaciones personales.
Cuando los avatares y dificultades que una persona pueda experimentar a lo largo de su vida influyen directamente sobre su identidad personal, afectando a sus estados de energía, y a sus actitudes hacia la vida, la persona puede experimentar distintos estados energéticos, que pueden ir desde la depresión hasta la manía, pasando por distintos estadios intermedios.
¿De pronto, te sientes incapaz de lo que antes te veías capaz?
¿Tienes la sensación de que no existes, o de que eres invisible para los demás o para determinada persona?
¿Tu energía baja de golpe después de una discusión o un malentendido?
¿Te quedas dando vueltas a lo que ha pasado de forma obsesiva, sintiéndote culpable?
¿Crees que tienes la culpa de todo lo malo que te pasa?
¿Puedes pasar de sentirte bien y capaz de todo, a desconfiar de ti y de tus capacidades?
¿Crees que los demás son super importantes para sentirte bien, y cuando los sientes distantes te sientes perdido/a?
¿De pronto piensas que la vida tiene sentido, que eres capaz de comerte el mundo?
¿Sientes una alegría inmensa o una sensación de euforia que aparece unida a un sentimiento de esperanza y de confianza en tus posibilidades de existir en este mundo?
¿Te sientes bien sólo cuando te sientes el aprecio y la atención de los demás?
Son sensaciones muy difíciles de expresar, que se identifican como manía, y que están en el polo opuesto de la depresión, pero que quién las ha sentido, las entiende perfectamente.
A los cambios de estado de ánimo que oscilan desde los momentos de euforia y ganas de vivir, hasta los momentos de tristeza y tormento, se les suele diagnosticar como Trastorno Bipolar.
Si este es tu caso, me gustaría ayudarte a entender cuál es el funcionamiento interno que te lleva experimentar esos cambios en tu estado de ánimo. Localizaremos su origen, y trabajaremos juntos para que descubras cómo eres realmente y te liberes de creencias erróneas que te están dañando.
¡Recupera tu ser!
Detecta
tus
creencias.
a las creencias
que rigen
tu funcionamiento interno y cuestiona
aquellas que
no son reales
y te están
dañando.
Empieza a confiar en ti.
Localiza su origen, y desecha todo aquello que no tiene que ver
contigo y
con la realidad.